Daniel 6:9-10 (RV 8-9)

¡Gracias, Señor, por un año más de vida que has dado a "Pase para el Cielo"! Te damos gloria y honra y te bendecimos por habernos dado hasta aquí Palabra de lo alto para edificación, exhortación y consolación. Gracias por las almas que están recibiendo y gustando de tu Palabra bendita, porque son Tu confirmación y los que muestran que la Palabra que sale de Tu boca, no volverá a Ti vacía, sino que hará lo que Tú quieres, y será prosperada en aquello para que la enviaste. Permite que Tu Palabra llegue, oh Señor, a los que aún no la han recibido o aún conocido, que la luz del cielo les ilumine y les saque del reino de las tinieblas a Tu luz admirable, en el Santo Nombre de Jesús. Amén. 

Gracias damos al Señor porque este blog ha cumplido su segundo año el día 11, y por las muchas almas a quienes ha bendecido y que son de bendición para nosotros con sus "LIKES" y sus comentarios de bendición. 

¿Sabe usted cómo detectar el engaño y evitarlo? Observe cómo fue engañado el rey Darío de Media:

Daniel 6:9-10 (RV 8-9)

"Ahora, oh rey, confirma el edicto y fírmalo, para que no pueda ser revocado, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada. Firmó, pues, el rey Darío el edicto y la prohibición"






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La comparación con el arameo del original nos muestra una traducción muy buena al español. En el mensaje anterior recalcábamos la actitud de los manipuladores, que venían con todo un plan preparado, incluyendo la "solución de un grave problema de estado" y el halago a la vanidad del rey mismo; en estos versos vemos cómo la manipulación se consuma. Ellos no ofrecieron su solución al rey para que la evaluara, sino para que la aceptara y firmara directamente. La constante alusión a las leyes de Media y Persia durante toda la manipulación implica que ellos pudieron manipular a Darío de Media porque era un rey vasallo de Ciro de Persia, y en caso de que se saliera del trato podrían acusarlo ante el poder supremo del imperio por haber violado las leyes. 

¿Cómo lograron los manipuladores engañar al rey? 

En el mensaje anterior mostrábamos varios ejemplos de manipulación. Satanás manipuló a Eva y al Señor Jesucristo - pero el Señor le derrotó en cada ocasión. También ha manipulado a Israel y a la iglesia del Señor - y en gran medida está aún manipulando la opinión internacional acerca del Estado Judío, y manipulando la doctrina de la iglesia, con el fin de destruir a ambos. Hay características de la manipulación que se ponen de manifiesto en cada caso, de las cuales resaltábamos tres: mentira, trampa y confusión. Los manipuladores le mienten a su víctima, le tienden una trampa para que haga algo en contra de su voluntad, y le confunden escondiendo el motivo real. 

¿Por qué fue el rey manipulado?

Pareciera obvio, pero lo olvidamos a veces: sólo puede ser engañado el que no conoce la verdad. Cuando usted sabe la verdad, toda información que recibe la confirma (es también verdad) o la niega (entonces es mentira) Algo más difícil es escapar de la trampa y ver la confusión en la historia que nos cuentan. Entonces es necesaria una unción especial con la cual el Espíritu Santo nos capacita, la REVELACIÓN. 

Comparemos al rey que fue engañado con Nuestro Señor, que no lo fue, en tres puntos. 

1) El rey Darío no cuestionó el asunto. Él creyó a los mentirosos. Del mismo modo que Eva le creyó a la serpiente, los antisemitas a la "autoridad" palestina y muchos pecadores a los predicadores "cristianos" que tuercen las Escrituras, él ignoró la verdad. Darle crédito a la mentira nos lleva a servir a Satanás, nos esclaviza. Por eso Nuestro Señor dijo, "Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:31-32)

2) El rey Darío no se informó acerca de la situación que le presentaron. Este punto y el siguiente muestran que él trató el asunto muy ligeramente - lo cual se entiende por cuanto le trajeron una "solución" pensada y elaborada, y por cuanto tocaron su orgullo y vanidad, poniéndolo al mismo nivel de un dios. Una simple pregunta podría haber desarmado a los manipuladores: ¿Por qué debo firmar este edicto? Pero él no se informó; se quedó en ignorancia. Por eso fue engañado. 

La Palabra de Dios nos muestra la actitud de querer aprender en los judíos de Berea, de los cuales muchos creyeron la predicación del apóstol Pablo y se convirtieron: "Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así" (Hechos 17:11) La Palabra los describe como "nobles" - del griego "yugenés", que incluye al igual que en español el hecho de tener una ascendencia noble o el de comportarse de manera noble. 

Todas las personas que han sido engañadas acerca de lo que sucede con Israel saldrían de su error muy fácilmente buscando la verdad, conociendo los hechos de lo que está pasando allí - ciertamente no a través de los reportes manipulados de media antisemita que presenta a los "malvados judíos" como el problema de los "pobrecitos palestinos". 

Claro está que el que odia a los judíos no va a recibir la verdad de que con la excepción de Egipto y Jordania, el resto del mundo musulmán - cerca de un BILLÓN de personas en el planeta - no reconoce el derecho de los judíos a su país ni reconoce al Estado de Israel como nación miembro de las Naciones Unidas, y muchos de entre este billón financian o forman parte de grupos terroristas cuyo fin es la desaparición de Israel, y su actividad matar o aterrorizar a los judíos. El hecho de haber tenido a los árabes palestinos como refugiados por tres generaciones es parte de este odio fanático e inhumano; estos "hermanos" - a los cuales se les ha negado la ciudadanía y los derechos humanos desde 1948 - son mostrados como el "resultado de la creación de Israel", aunque el hecho de que ellos vivan en la condición que están no ha sido nunca responsabilidad de Israel sino de ellos mismos, que se negaron a aceptar la partición del Mandato Británico de Palestina, y de los vecinos árabes que atacaron a Israel para hacerlo desaparecer. 

Pero los que son guiados por el antisemitismo - odio contra los judíos - están bajo la influencia de un espíritu inmundo, son hijos de Satanás, y necesitan ser librados para poder recibir la verdad. 

De igual modo, los que están siendo engañados por los falsos obreros de Cristo, para que sigan viviendo en pecado, pueden ser iluminados buscando la verdad en la Palabra de Dios - como hicieron los judíos de Berea. Por supuesto que sería necesaria aquella nobleza de los judíos de Berea. Parece ser más sencillo recibir la mentira de un "predicador" que afirma que "es bíblico" vivir en pecado que buscar en la Palabra de Dios qué es lo que en realidad Dios dice. Pero el fin de esta posición es la muerte eterna. Cristo vino a librarnos de nuestros pecados, porque nuestros pecados nos arrastrarían al infierno. 

3) El rey no consideró las consecuencias que podría traer su acción. El edicto que el rey firmó implicaba condenar a muerte a todo el que fuera hallado en sus prácticas religiosas habituales. Sólo el sentido común le hubiera advertido de que hay personas que se toman su religión a la ligera y otras para las cuales es cuestión de vida o muerte - como era el caso de Daniel y todos los judíos, que escogían morir antes de ser apartados de su Dios, en los días de Antíoco IV Epífanes. Los verdaderos creyentes no pueden ser apartados de Dios, ni siquiera por un mes, cosa que los romanos pudieron comprobar cuando amenazaban a los cristianos de muerte si no negaban a Cristo, y ellos iban gustosos a la muerte (historia que se está repitiendo en nuestros días en el Medio Oriente con la barbarie de los terroristas musulmanes) Por el mismo motivo que el rey tenía pensado colocar a Daniel por encima de todos los demás, debió haber sabido que el profeta no dejaría de servir a Dios por causa de un edicto real. 

Todo el asunto de la manipulación del rey nos muestra que hay una gran diferencia entre la autoridad puramente humana y la autoridad espiritual. Darío era el rey de Babilonia, nombrado por Ciro de Persia, pero fue espiritualmente manipulado. Nuestro Señor era el hijo de un carpintero que se convirtió en profeta ambulante, sin autoridad terrenal alguna - más bien detestado, envidiado y perseguido por las autoridades terrenales. Pero sus respuestas y acciones nos muestran que tenía una autoridad total en el reino espiritual. Observemos la diferencia en los mismos puntos: 

1) Cristo cuestionó las mentiras de Satanás. En las tentaciones el diablo manipuló las Escrituras y le ofreció beneficios al Señor, para que le obedeciera a él y no al Padre Dios. Pero el Señor le contestó con las Escrituras que realmente correspondían con la situación. 

2) Cristo conocía perfectamente las Escrituras, estaba informado acerca de la verdad. 

Aunque la mayor parte de las enseñanzas del Señor fueron dadas en forma de parábolas o por las palabras de sabiduría y las profecías que Él pronunció, un por ciento considerable consiste en citas del Antiguo Testamento. El Señor no sólo conocía y citaba las Escrituras, como hubieran podido hacer los fariseos o los doctores de la ley, sino que las aplicaba en el contexto correspondiente y las interpretaba de modo que nadie podía señalar un error. Entre las acusaciones que le hicieron sus enemigos no hay ninguna de usar las Escrituras de modo torcido o incorrecto, porque Él nunca hizo tal cosa. 

3) Cristo veía los espíritus detrás de las manipulaciones. En el mensaje anterior citábamos dos ejemplos  de manipuladores que vinieron a Él para hacerle caer - la historia de la mujer sorprendida en adulterio y la pregunta sobre el pago de impuestos a Roma. En ambos casos, los manipuladores vinieron disfrazados de buenos creyentes que querían que Él les aconsejara. Pero el Señor VIO la razón verdadera de las preguntas, el espíritu que operaba en ellos. Por eso en lugar de contestar "sí" o "no" simplemente, respondió con palabras de sabiduría que no sólo mostraban lo inapropiado de las preguntas, sino que revelaban lo profundo del corazón de Dios. 

Si hasta hoy usted ha vivido sin Jesucristo, y en el engaño de que esto no tiene ninguna consecuencia, permítame decirle que está en un error que le puede conducir a la muerte eterna. Dios es bueno, y anhela la salvación de todos los seres humanos. Pero es también justo, y no salva al que no quiere ser salvo. Muchas personas buscan una relación con Dios a través de la virgen María o de Santa Juliana de Nicomedia, a través de Confucio o de Mahoma, a través de Buda o de Krishna. Pero Nuestro Señor dijo claramente, "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6) La vida de Dios está en Jesucristo, la verdad de Dios es Jesucristo, andar en el camino correcto es andar como anduvo Jesucristo. Su relación con el Dios de Israel, el Creador de los cielos y la tierra, comienza aceptando al Mesías de Israel, el Hijo de Dios que murió en una cruz por nuestros pecados y que vivió en esta tierra como modelo perfecto de Dios entre nosotros. No existen santos, profetas o filósofos que puedan arreglar el puente entre nosotros y Dios; sólo Cristo. No existe nadie que nos pueda librar de nuestros pecados, sino sólo Cristo. No existe nadie que sea Dios mismo viviendo entre nosotros, sino sólo Cristo. Y no existe nadie que pueda darnos el Espíritu de Dios, sino sólo Cristo. 

¡Reciba a Cristo como su Señor y Salvador! Él ha prometido el Espíritu Santo a quienes le reciban, y es el Espíritu Santo quien revela la verdad, quien revela los espíritus detrás de las acciones o las palabras, quien trae a nosotros la vida de Dios. 

En el amor de Cristo, su hermano

Israel Leonard

PS. ¡Cristo viene pronto!

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