Daniel 6:11-12 (RV 10-11)

¿Recibe usted ataques contra su vida, su fe, sus proyectos? ¿Cuál es su respuesta ante estos ataques? Observe la respuesta de Daniel:

Respuesta de Daniel a la conspiración 11-12 (RV 10-11)

"Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes. Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando en presencia de su Dios"




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Hay cuatro palabras acerca de la repuesta de Daniel que es bueno comprender en el arameo original. La Palabra nos muestra las acciones de Daniel en respuesta al ataque contra su persona.

"umetsalé" = "y oraba", del arameo "selá" = "orar", "pedir"

"umodé" = "y daba gracias", del ar. "yedá" = "dar gracias" o "alabar"

"baé" = "orando", del ar. "beá" = "orar", "pedir", "buscar"

"mitkhanán" = "rogando", del arameo "khanán" = "mostrar misericordia" - como aparece en Dn 4:27 - o "buscar misericordia" como en Dn 6:12 (RV 11)

En un mensaje anterior hablábamos de las pruebas por las cuales pasamos en nuestras vidas (puede leerlo en Daniel 3:21-23 en este sitio) y mostrábamos el ejemplo de Ananías, Misael y Azarías en el horno de fuego ardiente. Aquí vemos otro ejemplo de perseverancia en el profeta Daniel, que rogaba, buscaba la misericordia de Dios, daba gracias y alababa al Señor, con las ventanas abiertas - esto es, a la vista de todos.

¿Por qué abría Daniel las ventanas de la habitación que daban hacia Jerusalén?

El libro segundo de Crónicas nos cuenta la construcción del primer templo, conocido como "templo de Salomón", en Jerusalén. Y en el capítulo 6 podemos leer la oración de dedicación del templo que elevó a Dios el rey Salomón en la inauguración:

2 Crónicas 6:26-27 (pasaje escogido; puede leer toda la oración en su Biblia)

"Si los cielos se cerraren y no hubiere lluvias, por haber pecado contra ti, si oraren a ti hacia este lugar, y confesaren tu nombre, y se convirtieren de sus pecados, cuando los afligieres, tú los oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, y les enseñarás el buen camino para que anden en él, y darás lluvia sobre tu tierra, que diste por heredad a tu pueblo"

Observe la frase del rey, repetida en otros versos, "si oraren a ti HACIA ESTE LUGAR". El templo de Salomón sustituyó al tabernáculo, que era un templo desmontable para que sirviera durante el éxodo hacia la tierra prometida. Fue destruido por Nabucodonosor en tiempos de Sedequías (2 Reyes 25:9; 2 Crónicas 36:19) Reconstruido en tiempos de Esdras y Nehemías, y ampliado por Herodes, fue destruido nuevamente por los romanos en 70 DC, y se espera ser reconstruido en conexión con la Venida del Señor Jesucristo (cumpliendo la profecía del libro de Ezequiel, capítulos 40-47)

La respuesta de Dios al rey Salomón aparece en el capítulo siguiente:

2 Crónicas 7:12-16

"Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio. Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra".

"Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar; porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre".

El Señor no sólo prometió escuchar las oraciones en el templo, sino en el lugar mismo. Daniel estaba en las mismas condiciones que los judíos actuales: con el templo destruido. Pero el lugar seguía allí. Por esta causa oran los judíos hacia Jerusalén o en el muro de las lamentaciones, vueltos hacia el lugar donde estuvo el templo. Y por esta causa oraba Daniel vuelto hacia Jerusalén. Dios prometió que Sus ojos y Su corazón "estarán ahí para siempre".

Observe el ataque que vino sobre Daniel: una conspiración para matarlo (manipulación) haciendo nulo el propósito del rey e ilegales las devociones del profeta (injusticia) por causa de ser judío (discriminación) y de adorar al Dios verdadero (impiedad) Esta conspiración implica que ellos no sólo engañaron al rey para que firmara el edicto, sino que estuvieron espiando a Daniel para delatarlo ante el rey, sabiendo que él no dejaría de orar (persecución)

¿Es Daniel el único creyente que ha sido víctima de manipulación, injusticia, discriminación, impiedad y persecución?

Observe estos versos:

"Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia: Edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos. Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos ahí, y no os disminuyáis. Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz"

Jeremías 29:4-7

Este pasaje es parte de una carta que envió el profeta Jeremías a los deportados a Babilonia, donde profetizaba que la cautividad duraría setenta años - refutando a los falsos profetas que auguraban un pronto retorno - y les exhortaba a establecerse en Babilonia y a buscar la prosperidad, del mismo modo que si estuvieran en su tierra.

El libro de Daniel nos muestra las persecuciones que sufrieron Daniel y sus amigos en Babilonia, y cómo Dios les libró de la muerte en varias ocasiones. La carta de Jeremías es una palabra de aliento de Dios para los cautivos de Israel, asegurándoles que un día regresarían a su tierra.

Pero no son sólo los judíos de la antigüedad los que han sido perseguidos. En Israel la persecución es un fenómeno prácticamente diario, a través de ataques militares o de terrorismo contra los ciudadanos israelíes. Y el antisemitismo no está limitado a la tierra santa; la persecución de los musulmanes terroristas ha causado el asesinato de judíos en otras tierras como Francia (en el supermercado de alimentos kosher de París, al día siguiente de la masacre en los locales de la publicación satírica "Charlie Hebdo") Bélgica (en el Museo Judío, 24 de Mayo de 2014) Pakistán (1 de febrero del 2002) Inglaterra (26 de Julio 1994) Argentina (17 de marzo de 1992) y otros.

La iglesia cristiana también ha sido objeto de terribles persecuciones durante su existencia. En 1 Pedro 4:12-19 leemos:

"Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría"

"Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado"

"Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?"

"De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien".

El "fuego de prueba" fue la persecución que desató el emperador romano Nerón contra los cristianos en el año 64 DC, bajo el pretexto de que habían incendiado Roma - un incendio que provocó él mismo. El apóstol Pedro insta a los cristianos perseguidos a glorificar a Dios, y a encomendar sus almas a Él.

Las persecuciones de los cristianos fueron una característica del período de la iglesia que va desde ca. 100 hasta 313 DC. Los emperadores romanos se propusieron extirpar el cristianismo del imperio. Pero Dios tenía otros planes; Roma cayó y el cristianismo sigue vivo.

No hay que creer ni por un segundo que las persecuciones de la iglesia terminaron con el Imperio Romano. En la actualidad los cristianos son la comunidad más perseguida del mundo, con los peores casos en los países de mayoría musulmana. Pero no sólo viene de los terroristas musulmanes la persecución.

El 26 de Junio de 2015, la Corte Suprema de los Estados Unidos de América estableció la legalización de matrimonios de personas del mismo sexo para todos los Estados. Esta escandalosa decisión ha sido una flagrante violación de la Palabra de Dios por las autoridades civiles, que se arrogaron el derecho de pisotear al cristianismo cuando definieron como legal un tipo de unión que es bíblicamente pecaminosa, desde Génesis hasta Apocalipsis. Pero no se quedaron allí. Los ministros civiles o religiosos que se niegan a tomar parte en esta abominación están siendo perseguidos e incluso en varios casos han sido enviados a prisión. Oremos porque el Señor avive su fe y los saque en victoria. Ellos se han negado a decir a lo bueno, malo y a lo malo, bueno. Quizás a los señores jueces no les preocupa adónde pasarán la eternidad, pero a los cristianos sí. La ÚNICA forma de unión matrimonial es un hombre con una mujer. Todo lo demás es cualquier otra cosa, pero no un "matrimonio". Y especialmente la unión de dos personas del mismo sexo es un pecado acerca del cual la Biblia advierte de principio a fin.

Nuestro Señor profetizó este tipo de acontecimientos. Él dijo, "Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre. Y esto os será ocasión para dar testimonio. Proponed en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de responder en vuestra defensa; porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan".

Lucas 21:12-15

"Estas cosas" son las guerras, los cataclismos en la tierra y en el cielo, y las demás señales que leemos a lo largo del libro de Apocalipis, en conexión con la Segunda Venida de Cristo. Antes de todo esto, Él profetizó persecuciones y cárcel a los cristianos, por causa de su fe, "antes de estas cosas". Y prometió "darnos palabra y sabiduría" que nadie podría contradecir.

¿Por qué vienen las persecuciones?

Hay dos motivos: prueba y bendición.

El primero podemos encontrarlo en la conocida parábola del sembrador. Lucas 8:6 dice:

"Otra parte [de la semilla que el sembrador arrojaba] cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad".

Y Lucas 8:13 nos da la interpretación de la parábola para esta clase de creyentes:

"Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra [la "semilla" de la parábola es la Palabra de Dios] con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan".

El Señor no nos salva y nos da Su Espíritu para que no pasemos por pruebas. Él nos capacita para que podamos resistir las pruebas - que nos hubieran derrotado sin Él. Observe estos versos:

"Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos".

Estas palabras fueron dichas al apóstol Pedro, preparándolo para las persecuciones que le vendrían de parte de Satanás. Y el Señor no oraba para que esto no ocurriera, sino para que Pedro fuera lleno de la fe necesaria para sobrellevarlo y vencer. La imagen de la zaranda no alude solamente a lo que siente alguien que está pasando por pruebas; también incluye el motivo por el cual se zarandea el trigo - o la arena, u otros materiales: hay granos que se quieren conservar y otros que no. La prueba de la fe saca lo innecesario, lo que no resistiría, y deja solamente lo puro y bueno.

Esto es imprescindible. Si nuestros maestros de Matemática no nos hubieran enseñado a sumar, todavía estaríamos especulando, "será 2+2 = 5, ó 34, ó 3,1416?" Si los maestros de Español no nos hubieran enseñado gramática, muchos dirían que "los apóstol soy instruido por el Señor para cuando vinieron los prueba". Y si no nos hubieran enseñado Geografía, creeríamos que Jerusalén es la capital de un "país" que se llama "Palestina", y que Israel no existe.

Pero gracias a Dios nos enseñaron muchas cosas, y nos hicieron PRUEBAS para controlar que las habíamos aprendido. Del mismo modo nos dice la Palabra, "En lo cual [la esperanza de salvación] vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo..." (1 Pedro 1:6-7) No es casualidad que el mismo apóstol que fue zarandeado nos diga que esto "es necesario", y que "tenemos que ser afligidos en diversas pruebas". Él mismo sufrió persecuciones, cárcel y aún la muerte, por causa de su fe.

Las pruebas de Matemática, Geografía o Español nos mostraron que teníamos ciertos conocimientos acerca de estas cuestiones. Y las pruebas de nuestra fe son el modo de mostrar hasta qué punto "vivimos por fe", esto es, cuán genuina es nuestra fe. Los versos de la parábola del sembrador nos muestran también que estas pruebas muestran a los verdaderos creyentes y a los que no lo son. Del mismo modo que algunos estudiantes son aprobados y otros no, hay creyentes cuya fe es aprobada y otros que son hallados falsos.

El segundo motivo de las persecuciones es que nos traen bendición. Observe el siguiente pasaje:

"Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros".

Mateo 5:10-12

Las pruebas que usted vence al final de sus estudios le capacitan para trabajar en alguna profesión. Por lo general recibe un certificado o diploma que muestra su calificación, y que será muy útil cuando usted busca empleo. Esto es un PREMIO de sus esfuerzos.

De igual modo, el Señor nos tiene PREMIOS en el cielo, a todos aquellos que hemos sufrido persecución por causa de la fe. Él no nos llama "pobrecitos", "desgraciados", "infortunados". Él nos llama "BIENAVENTURADOS". Esta palabra viene del griego "makários" que significa "bienaventurado", "feliz", "bendecido". Haber pasado o estar pasando por pruebas es motivo de bienaventuranza, de felicidad, de bendición. Porque el resultado de estas pruebas es gran bendición de parte del Señor.

Daniel y sus amigos pasaron terribles persecuciones. Fueron amenazados de muerte, se trató de mutilar su identidad judía y fueron incluso enviados a la muerte. Su entereza y su fe son el motivo de que este libro fuera escrito unos 600 años antes de Cristo, y ha sido desde entonces "Palabra de Dios" para judíos y cristianos. ¿Se hubiera escrito este libro si Daniel y sus amigos hubieran seguido al pie de la letra los planes que habían para ellos en el capítulo primero, o si hubieran adorado a la imagen del capítulo tercero, o si Daniel hubiese dejado de orar y hubiese abandonado a Dios por causa de la conspiración del capítulo seis? Las historias de estos hombres de Dios se han escrito como testimonio de su fe. Y por esa fe que venció en medio de las persecuciones, son hoy, más de 2500 años después, un ejemplo y una bendición para nosotros para conocer a Dios y sus caminos.

¿Recibe usted ataques contra su vida, su fe, sus proyectos?

¡El Señor le dice que es bienaventurado! Gócese y alégrese, porque del mismo modo persiguieron a los profetas que ahora están en la Presencia del Señor. Bajo la amenaza de muerte del edicto real, Daniel continuó orando, buscando, pidiendo, dando gracias y alabando a Dios, aunque esto era precisamente lo que lo ponía en peligro de muerte. Este es uno de los "profetas que fueron antes de nosotros". Fue perseguido, pero la perseverancia en la fe le dio la victoria.

Desde la destrucción del templo en 70 DC, el pueblo judío ha vivido en persecución, primero del Imperio Romano, luego de los "cristianos" medievales y últimamente de los terroristas musulmanes. Pero es difícil encontrar un período de la historia en que no haya habido judíos orando vueltos hacia Jerusalén, o en el muro de las lamentaciones. Los cristianos hemos sido también perseguidos a lo largo de toda la existencia de la Iglesia, pero nunca ha faltado una rodilla que se doble y una lengua que confiese que Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre. Observe la Palabra de Dios para los cristianos en persecución que aparece en Hebreos 10:35-36:

"No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa"

Hay una recompensa, un galardón para nuestra fe. Lo único que se necesita es que esta fe sea genuina, verdadera. No importa cuántos o cuáles sean los ataques que nos vendrán por causa de nuestra fe; no importa si aún perdiéramos la vida por causa de nuestra fe. En la eternidad, haber tenido fe en Jesucristo nos salvará, y no haberla tenido nos llevaría al infierno.

Si aún no ha recibido a Cristo como su Señor y Salvador, ¡aún está a tiempo! El día viene en que esto será imposible, pero si usted está leyendo este texto entonces ese momento no ha llegado aún, y puede salvar su alma de la muerte eterna. Su salvación, y la bendición de Dios sobre su vida, están a una oración de distancia, si hace esta oración con el corazón.

¡Que el Señor le bendiga!

En el amor de Cristo, su hermano

Israel Leonard

PS ¡Cristo viene pronto!

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