¿Está usted en el foso de los leones? ¿Ha perdido el sueño, o está confiando en el Dios que puede librarlo de los leones?
Preocupación del rey por Daniel 19-21 (18-20)
"Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó ayuno; ni instrumentos de música fueron traídos delante de él, y se le fue el sueño. El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones. Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo:"
"Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones?"
Si comparó usted la versión Reina Valera con el original arameo, pudo constatar que la traducción es excelente. No obstante, muchas otras versiones tienen una notable diferencia que creemos necesario explicar si vamos a tomar como propia la traducción de Reina Valera y no otras.
Los "instrumentos de música" vienen del arameo "dakhaván", plural de "dakhavá". Esta palabra aparece sólo aquí en todo el AT, y se lee como "instrumentos musicales" porque era costumbre en la corte ejecutar música ante el rey, y porque "dakhavá" puede derivarse del verbo "dakhákh", "oprimir", que es lo que se hace con las cuerdas de los instrumentos.
Otras versions traducen "danzarinas" o "concubinas", comparando dakhavá con la palabra árabe equivalente, y porque también forman parte de las costumbres nocturnas del rey. Pero la palabra árabe no es equivalente con "dakhavá" sino con "lekhená" - la palabra para concubina en Daniel 5 - y es muy poco probable que los escribas hayan confundido la "D" del alfabeto cuadrado con la "L". En otras versiones se puede encontrar "entretenimiento" o incluso "alimentos" - la traducción de Wycliffe, por ejemplo, toma esta última palabra de la LXX. La traducción "instrumentos musicales" es la que mayormente adoptan los diccionarios de hebreo y arameo bíblicos; "entretenimiento" es una paráfrasis plausible que evita la discusión entre "danzarinas" o "instrumentos".
¿Por qué se le fue el sueño al rey? ¿Estaría sufriendo por su pecado?
Ciertamente la firma del edicto fue una acción necia, y percatarse de la manipulación que sus súbditos habían tramado contra él no debe haber sido motivo de regocijo para él. Pero el texto no habla de ninguna de estas cuestiones. El malestar del rey estaba centrado en el castigo de Daniel. Él pasó la noche preocupado por el profeta que estaba entre las fieras, y al amanecer, lo primero que hizo fue ir corriendo a ver si estaba vivo. El desgarramiento del alma del rey puede comprenderse en su pregunta. Él llama al Dios de Daniel "el Dios viviente", y el hecho de haber escogido al profeta que adoraba a este Dios significa que algo sabría el rey de los hechos que Dios había obrado en Babilonia en los judíos, y especialmente en Daniel. Pero la pregunta, "¿te ha podido librar?" significa que el rey no conocía al "Dios viviente" como "Dios Todopoderoso". No es suficiente con saber que Dios existe - esto lo saben los demonios también. Hay que CONOCERLO.
Hay otro rey que envió a la muerte a otro profeta. Desde la noche del jueves, en que Judas entregó a Nuestro Señor y Sus tormentos comenzaron, hasta la hora novena (tres de la tarde) del viernes, Nuestro Padre Dios vio juzgar, maltratar, humillar y crucificar a Su Hijo, y aún escuchó Su clamor, "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". Aún más, Dios vio morir a Nuestro Señor en la cruz, después de todos los tormentos que se le infligieron.
Pero no leemos en ningún lugar de la Palabra que al Padre Dios "se le fue el sueño". La gran diferencia es que Él sabía que Su Hijo estaría enterrado hasta la mañana del domingo (el "día primero") y que se levantaría con poder, con un cuerpo glorificado que no moriría nunca más.
¡Aleluya!
Hay una gran diferencia entre la fe, la "certeza de lo que se espera", y la incertidumbre, la "duda de lo que se espera". Hay una gran diferencia entre la noche que pasó el rey Darío de Media y la noche (y más de la mitad del día siguiente) que pasó el Rey del Universo, el Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo. La diferencia que hace la fe es motivo de que Dios nos dé fe y nos inste a ponerla en práctica a través de toda la Biblia. La fe implica que sabemos lo que ocurrirá y que lo creemos.
No sólo hubiera necesitado fe el rey Darío. Para el profeta Daniel fue una tremenda prueba de su fe pasar la noche entre los leones. La fe nos recuerda de que la aflicción es temporal, pero la bienaventuranza es eterna. También que ni los leones levantan sus garras si Dios no lo determina así. Y por último, que si esto ocurriera, vamos a la patria celestial con Nuestro Dios y Padre.
La Palabra de Dios dice que "... las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza" (Romanos 15:4) Esto es palpable muy especialmente en la primera mitad del libro de Daniel, que contiene anécdotas de la vida de Daniel y sus amigos en Babilonia y las milagrosas intervenciones de Dios a favor de ellos.
En varios mensajes de este sitio hemos tratado este asunto, cómo las historias del libro de Daniel nos "enseñan" y nos dan "paciencia", "consolación" y "esperanza". El hecho de haber sido Daniel y sus amigos promovidos como altos funcionarios estatales en Babilonia, estando en una situación terrible - su país conquistado e invadido, su pueblo siendo llevado cautivo - es prueba de que aún en las crisis Dios está obrando en algún modo (puede leer Daniel 1:1-2 en este sitio) La nación de Israel y el profeta Daniel son ejemplo de que aún cuando parece que Dios nos ha olvidado, esto no es así, sino que "irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios" (bajo Daniel 5:13-14 en este sitio) La vida en pecado, vivir en una "morada de maldad" con una "mente reprobada", no es ninguna dificultad para Dios, quien es Poderoso para romper las cadenas conque Satanás nos ata, y hacernos libres en Cristo Jesús (puede verlo en Daniel 5:20-21) Por último, los ataques y persecuciones por causa de nuestra fe no son para nuestra destrucción, sino para nuestra prueba. Cuando creemos, cuando nuestra fe se mantiene firme hasta el fin, Dios nos saca en victoria (tratado en Daniel 6:10-11)
¿Está usted, como el profeta, "en el foso de los leones"?
Muy probablemente la respuesta sea "no", si pensamos solamente en los "leones" de carne y hueso. Pero los "leones" tienen muchos diferentes significados en la Biblia, desde Nuestro Señor, el "León de Judá", hasta Satanás, que anda "como león rugiente".
Observe este último ejemplo, que se halla en 1 Pedro 5:8 :
"Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar"
El "león rugiente" no está inactivo. Él está buscando presa todo el tiempo. Esto lo podemos leer en el libro de Job, hombre "perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal", a quien sin embargo Satanás envió varios "leones" que le pusieron en un estado lamentable:
- saqueadores que se llevaron sus bueyes, camellos y asnos
- fuego del cielo que mató sus ovejas y sus pastores
- fuerte viento que mató a sus hijos e hijas
- sarna maligna en su piel que le atormentaba
- la incomprensión y el desprecio de su mujer, que le llamaba a "maldecir a Dios y morirse"
- la incomprensión de sus amigos, que le acusaban de tener un gran pecado que le había traído estos castigos de Dios
Job no recibió sólo catástrofes y desgracias. Sus más cercanos amigos, que supuestamente venían a consolarle y ayudarle, y la mujer que se había casado con él y le había prometido serle fiel "en pobreza y en riqueza, en salud y enfemedad", todos fueron para él enemigos y acusadores que reforzaron su tormento en lugar de aliviarlo.
El verso de 1 Pedro 5:8 que vimos anteriormente está en la carta enviada por Pedro a los primeros cristianos, sufriendo persecución del emperador romano Nerón. En nuestros días sabemos de terribles persecuciones de cristianos, especialmente en Nigeria, Siria, Irak, Afghanistán, Pakistán y otros, a manos de musulmanes terroristas. En los tiempos de Roma esto estaba extendido por todo el Imperio. Estas persecuciones son el "león" que Pablo menciona en 2 Timoteo 4:17.
Observe ahora otros "leones" de los cuales trata Proverbios 28:15 :
"León rugiente y oso hambriento es el príncipe impío sobre el pueblo pobre"
Probablemente usted sepa de la ola de terrorismo de los árabes palestinos en Judea y Samaria que sacude en nuestros días a la nación de Israel, y de la constante agresión proveniente de la franja de Gaza que ha provocado varias acciones defensivas de la parte judía. Este es el resultado de un "pueblo pobre" cuyos líderes reciben billones en ayuda internacional, pero mantienen a su pueblo en un alto nivel de desempleo y pobreza - incluso parte de ellos como refugiados en su propio territorio - y que emplean la copiosa ayuda recibida en comprar armas, explosivos, cohetes y en fabricar toda una infraestructura de túneles destinados a la invasión de Israel. Mientras estos "leones rugientes y osos hambrientos" educan a su pueblo como terroristas y les adoctrinan en un feroz antisemitismo, la mayor parte del mundo se conduce como la mujer y los amigos de Job, culpando a Israel.
Los gobernantes malvados, "leones" en Jeremías 50:17, fueron desde tiempos antiguos un azote para Israel, conquistaron su tierra y los llevaron en cautividad. Y aún en estos tiempos muchos "leones" siguen culpando a Israel por la agresión y el odio de los árabes palestinos, y ejercen una terrible presión sobre los judíos para que cedan a las pretensiones de los terroristas, cuyo único fin es ocupar todo el país y echar de allí a sus legítimos habitantes.
Los perseguidores y detractores fueron también llamados "leones" por el rey David, que vivió años de persecución y difamación. El libro de los Salmos ilustra esto en varios versos:
Salmos 7:1, 2
"Jehová Dios mío, en ti he confiado; Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame, no sea que desgarren mi alma cual león, Y me destrocen sin que haya quien me libre"
Salmos 17:12
"Son como león que desea hacer presa, y como leoncillo que está en su escondite" [hablando de los "malos que le oprimen y los enemigos que buscan su vida", Sal 17:9]
Salmos 22:13, 21
"Abrieron sobre mí su boca como león rapaz y rugiente"
"Sálvame de la boca del león y líbrame de los cuernos de los búfalos"
Este Salmo es mesiánico y trata proféticamente de la crucifixión del Señor Jesucristo. Pero es también la oración de David por causa de sus enemigos y sus detractores. La descripción de los enemigos de David como leones es una figura que aparece una y otra vez en los Salmos:
Salmos 35:17
"Señor, ¿hasta cuándo verás esto? Rescata mi alma de sus destrucciones, mi vida de los leones"
Salmos 57:4
"Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas. Sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua espada aguda"
Otro significado de los "leones" son los falsos profetas. Observe Ezequiel 22:25 :
"Hay conjuración de sus profetas en medio de [la "ciudad derramadora de sangre" del verso 2] ella, como león rugiente que arrebata presa; devoraron almas, tomaron haciendas y honra, multiplicaron sus viudas en medio de ella"
Todos estos "leones" - enemigos, detractores y falsos profetas - acosaron y persiguieron a muerte a Martín Lutero y los demás reformadores. El reformador alemán fue excomulgado de la iglesia, perseguido a muerte por el papado y su doctrina tratada como una "herejía" y rechazada. Sus famosas 95 tesis atacaban las falsas profecías de Johann Tetzel, el enviado papal que prometía "librar las almas del purgatorio cuando las monedas [del precio de las indulgencias] tintinearan en el fondo del cofre"
El libro de Job nos muestra cómo aquel hombre "perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal" cuya vida "cayó en manos de los leones", al final fue recompensado por Dios por causa de su fe, por haberse mantenido firme, sin renegar de su Creador y Redentor. La historia de Israel nos muestra en la actualidad al país más próspero y única democracia del Medio Oriente, rodeado por enemigos que viven en guerra y destrucción.
El rey David pudo gobernar hasta su muerte, fortalecer y establecer el reino de Israel con Jerusalén como capital, y dejar como heredero a su hijo Salomón, que construyó el templo, ensanchó las fronteras, hizo alianzas con los gobernantes vecinos y reinó sobre Israel en su época de mayor prosperidad en la historia antigua. "Por amor de David su siervo" permitió el Dios de Israel que los judíos vivieran en la tierra que Él prometió a Abraham, Isaac y Jacob por más de un milenio, y aún cuando permitió que fueran conquistados y finalmente esparcidos por la tierra, les ha permitido regresar, los ha reunido de todos los confines de la tierra para darles de nuevo su heredad.
El imperio romano que persiguió a los cristianos cayó en manos de los "bárbaros". Pero la iglesia de Cristo sigue viva después de 2000 años y no tiene la menor intención de desaparecer. Los nombres de aquellos que azotaron, apedrearon y encarcelaron al apóstol Pablo son desconocidos para la mayoría de nosotros. Pero el apóstol Pablo, que escribió la mitad del Nuevo Testamento, nos dejó una exposición de doctrina cristiana, que aún hoy es básica para las iglesias evangélicas (que tienen la Biblia como norma de la fe, y la fe que acepta la gracia de Dios como único medio de salvación) y es considerada Palabra de Dios para los creyentes.
Los perseguidores de Lutero también pasaron a la historia. Pero la Reforma de Lutero está aún hoy viva en todos los que aceptan la Biblia como Palabra de Dios y único fundamento de la fe cristiana. Es en la Reforma que se reveló la verdad de que no somos salvos por "pertenecer a una religión" determinada, sino por haber recibido a Cristo como Señor y Salvador de nuestras vidas y seguirlo, tener una relación personal con Él.
Yo no sé cuáles son los "leones" que pueden estar haciendo su vida miserable. Pero sé de los que lo hicieron con Job, el rey David, el apóstol Pablo, el pueblo judío y los cristianos. Y también sé que los leones no consiguieron sus metas, y Dios sí. Aunque vivimos en un mundo que cree en las casualidades y otras muchas cosas, el Señor Jesucristo enseñó que no ocurre nada en esta tierra que Dios no permita:
"Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos"
"A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos"
Mateo 10:28-33
El ave más pequeña del mundo es el zunzún, especie de colibrí que habita en la isla de Cuba y que alcanza sólo 5 cm de longitud total entre la cola y el pico. Es tan pequeño que es fácil confundirlo con un insecto - a esto contribuye que sus alas baten entre 80 y 200 veces POR SEGUNDO. Esta cualidad de batir las alas con tal velocidad le permite mantenerse en el aire como un helicóptero, y beber el néctar de las flores sin apoyarse en ellas, en las hojas ni en las ramas de la planta, como puede verse en la ilustración.
La Palabra de Nuestro Señor nos dice que ni siquiera un zunzún cae a tierra si Dios no lo permite. Y que nuestras vidas valen mucho más que la de los zunzuncitos. Nuestro Señor llevó su cruz, fue crucificado y muerto por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación. No por la de los zunzuncitos, que no han pecado. Por NUESTRA justificación y salvación. El Dios que tiene bajo Su control al zunzún para que no caiga a tierra es el mismo que tiene bajo Su control a los leones para que no nos devoren. Él dice que a quien confiese a Jesucristo delante de los hombres, será confesado delante de Él.
"Confesar" viene del griego "omologéo". Esta palabra significa también "profesar" (declarar una creencia) "concordar" (estar de acuerdo con) "admitir" o "reconocer" (aceptar) "consentir" (no negar la palabra del otro, sino aprobarla)
¿Ha confesado usted a Cristo como su Señor y Salvador? ¿Profesa la fe en Él? ¿Concuerda usted con la Palabra de Dios? Si su respuesta a todas estas preguntas es "sí", no importa cuáles ni cuántos son los leones que le tienen rodeado; de todos ellos le librará el Señor.
Si aún no ha aceptado a Cristo como su Señor y Salvador, ¡aún está a tiempo! Sólo tiene que orar a Él, pedirle perdón por sus pecados y pedirle que entre a su vida, que sea su guía, su luz, su salvación, su Dios. Él dice que cuando un pecador se arrepiente hay gozo en el reino de los cielos. No hay mayor gozo para Nuestro Dios que ver a Sus hijos volver a casa y andar en Su verdad.
Que el Señor le bendiga. En el amor de Cristo, su hermano
Israel Leonard
PS. ¡Cristo viene pronto!
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