Daniel 6:22-23 (RV 21-22)


Daniel 6:22-23 (RV 21-22)

¿Qué bocas de leones ha cerrado Dios en su vida? Observe los siguientes versos:

Respuesta de Daniel 22-23 (21-22)

"Entonces Daniel respondió al rey:"

"Oh rey, vive para siempre. Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo"



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¿Podría usted decir con Daniel que Dios ha cerrado las bocas de los leones en su vida? ¿Que Dios le ha declarado inocente?

Si su primera reacción es, "pero yo nunca he estado en un foso de leones", le invitamos a leer el mensaje anterior, en el cual hemos visto muchos "leones" que no son exactamente los de Daniel, pero que son tan mortíferos como aquéllos. Entre estos otros leones tenemos:

- Satanás, que "anda como león rugiente buscando a quien devorar" 
(sus "dientes y garras" son el pecado y la tentación)
- los ataques de Satanás a nuestra vida (como sucedió con Job)
- la persecución y la difamación 
(como al pueblo de Israel, al rey David, al apóstol Pablo, a la iglesia)
- los malos líderes y los falsos profetas 
(como a Martín Lutero y otros reformadores, como a los palestinos)

En mensajes anteriores hemos hablado de varios de estos "leones" en nuestra propia vida. Hemos tratado cómo el Señor nos libró de ateísmo e impiedad (Daniel 1:10-13, 1:17-21, 2:24-26, 6:3) de fornicación, adulterio y vicios (Daniel 1:8-9) de enfermedad (Daniel 1:17-21) de prisión (Daniel 1:17-21) de incredulidad (Daniel 2:14-16) de persecución (Daniel 2:14-16) de obras muertas (Daniel 2:19-23) de confusión y engaño (Daniel 6:3)

Quizás usted nunca haya sido tan pecador como yo. Quizás cree incluso que usted nunca ha pecado. Entonces no habrá necesitado "ser librado" de nada. Pero si puede identificarse como otro pecador más, si su Biblia tiene este verso: 

"[Porque no hay diferencia] por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" - Romanos 3:23 

... entonces es posible que quiera ser librado de sus propios "leones". El mismo Dios que nos ha librado a nosotros, con Job, el rey David, el profeta Daniel, el apóstol Pablo, el reformador Lutero y tantos otros, quiere librarle a usted. Pero lo primero que necesita es identificar cuáles son los leones del foso en el cual está, cuál es su pecado, o su situación, o la prueba por la cual está pasando. 

Cuando usted va al médico, hay toda una fase de examen - que puede incluir pruebas de sangre, radiografías, etc. - para determinar cuál es la enfermedad, hacer un diagnóstico. Entonces se determina un tratamiento, el uso de medicinas, eventualmente una operación. Lo mismo sucede cuando usted quiere ser librado de algo: primero necesita saber de qué cadenas quiere ser librado, cuáles son los leones del foso en el cual está. Y para esto necesita conocer al médico, el "ángel" que cerrará las bocas de los leones. 

La respuesta del profeta Daniel fue, "Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño". "Su ángel" viene del arameo "malakhé", compuesto de "malák" ("ángel", en hebreo y arameo) y el sufijo de posesivo de tercera persona, arameo "-é", que implica "SU" ángel en español. Como lo dice Daniel y como se traduce al español parece indicar que Dios tuviera bajo su reinado un solo ángel. Pero la Escritura habla de millones de ángeles, ejércitos de ellos. ¿Qué tiene de particular este "ángel"? ¿Por qué no se dice, "uno de sus ángeles"?

Ante todo, no es la primera vez que este ángel aparece en el libro de Daniel. En este sitio hemos tratado de otra intervención suya a favor de los amigos de Daniel que estaban en el horno de fuego ardiente. Observe los versos donde el ángel aparece: 

"Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: "¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego?" Ellos respondieron al rey: "Es verdad, oh rey."

"Y él dijo: "He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses."

Daniel 3:24-25

A este "cuarto varón semejante a hijo de los dioses" Nabucodonsor le llamó también "malakhé" en Daniel 2:38. Y cuando el apóstol Pablo testifica de Aquel que le libró de la boca del león, le llama "el Señor" (del griego "kúrios", 2 Timoteo 4:17) Varias cualidades de este "ángel" le hacen totalmente diferente a los ángeles creados por Dios y muestran que es una "teofanía" (vea estas cualidades en la nota final) 

Una "teofanía" es una aparición de Dios en forma visible ante los seres humanos. Es el compuesto de "Teós" - Dios - y "fáino" - aparecer, mostrase, brillar, resplandecer. El "ángel de Jehová" es el modo en que Dios se ha mostrado y se muestra a los seres humanos, que no podemos ver a Dios. ¿Cómo se ha mostrado? Observe estas Escrituras: 

"Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá" 

Éxodo 33:20

Esta declaración fue hecha a Moisés por Jehová, y es conocida de todos los creyentes, algunos de los cuales han creído que morirían por haber visto a Dios. ¿Por qué algunos vieron a Dios y no murieron?

"A Dios nadie le vio jamás; el Unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer"

Juan 1:18

El apóstol Juan confirma Éxodo 33:20 cuando sostiene que "a Dios nadie le vio jamás". Pero también muestra que hay una forma de ver a Dios. Su Hijo, de Su misma substancia y con la misma Divinidad, "le ha dado a conocer". 

"El Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del Unigénito de Dios, lleno de gracia y de verdad" 

Juan 1:14 

Este "Verbo" (del griego "lógos") es el Señor Jesucristo, Dios hecho hombre. Y el "ángel de Jehová" o "teofanía" es el Señor Jesucristo, Dios hecho hombre, mostrándose tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. 

¡Aleluya!

¿No es glorioso Nuestro Señor? ¿Ha recibido usted la revelación acerca de cuántos creyentes del Antiguo Testamento vieron al Señor Jesucristo?

Una lista abreviada incluye a:

- Abraham (Génesis 18:2, 10, 13-15; Génesis 22:11-12) 
- Moisés (Éxodo 3:2-4) 
- Josué (Josué 5:13-15)
- Gedeón (Jueces 6:11-12)
- Manoa y su esposa (los padres de Sansón, Jueces 13:3, 9, 11) 
- Elías (1 Reyes 19:4-7)
- Sadrac, Mesac y Abed Nego (Daniel 3:25)
- Daniel (Daniel 6:22)
- Zacarías (Zacarías 3:1-4) 

Cristo fue a todos estos creyentes para fortalecer su fe y darles guianza, para entregarles la Palabra de Dios para sus vidas o para salvarlos de la muerte. Posiblemente usted haya oído mucho acerca de que Israel y los judíos "pasaron" y el pueblo de Dios es ahora la iglesia. ¡Mentira de Satanás! La verdad es que Cristo obró en Abraham, Cristo obró en Moisés, Cristo fue el que levantó a Israel, el que los sacó de Egipto, el que ungió a Josué para ocupar la tierra prometida, y el que vendrá por ellos, así como viene por su iglesia. En todos los ejemplos que vimos, Cristo estaba guiando y fortaleciendo a los creyentes judíos, al igual que lo hizo con sus apóstoles y seguidores. Y lo sigue haciendo aún en nuestros días. 

Cuando Daniel habla de que "ante Dios él fue hallado inocente" y de que "aun delante del rey no había hecho nada malo", está anulando el decreto real. Conforme a este edicto, Daniel era culpable. Pero hay una ley superior a cualquier ley humana que es la de Dios, y Dios sabía que Daniel estaba en el foso injustamente acusado por sus enemigos, una acusación basada precisamente en el amor de Daniel por su Dios y su obediencia a Él, y en la manipulación del rey para que firmara una ley absurda e injusta. Dios no aprueba la injusticia. 

Daniel conocía la Palabra de Dios que dice: 

"Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra"

Deuteronomio 28:1

"Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti"

Deuteronomio 28:7

El decreto real fue como nada delante de Dios. Los enemigos de Daniel fueron derrotados, y el rey proclamó en lugar del edicto injusto una ordenanza para que todos temieran al Dios de Daniel. 

Cristo estuvo con Daniel para salvarlo de los leones, como estuvo con sus amigos para salvarlos del horno de fuego ardiente, con Elías para salvarlo de la malvada reina Jezabel, con Josué antes de la toma de Jericó - y de la tierra de Canaán - con Moisés para enviarlo a Faraón a librar al pueblo de Israel, con Abraham para prometerle un heredero en su anciana esposa Sara. Para Nuestro Señor todo es posible. 

Quizá usted crea que Daniel, Elías, Moisés o Abraham eran personas muy especiales y santas, escogidas por Dios para grandes cosas, y que usted es un pecador. Y puede incluso que tenga razón. Pero esto no es ningún obstáculo para Dios, y ciertamente ningún problema insoluble para Él. 

Observe este verso: 

"... [Jesús, Señor nuestro] el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación"

Romanos 4:25

Este capítulo habla acerca de Abraham y acerca de cómo su fe fue validada, al igual que la de Daniel: 

"Y [Abraham] no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años) o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia"

Romanos 4:19-22

Hay dos ideas clave en este capítulo: 

1) La FE de Abraham le fue contada por justicia. 

Abraham vivió en un mundo totalmente pagano y ajeno a Dios. Tanto él como Sara eran ancianos - la Escritura establece además que Sara era estéril, aún cuando estuvo en la edad de concebir. Todo lo que Abraham podía percibir con sus sentidos le decía, "es imposible que tú y Sara tengan un hijo". Todo lo que Abraham podía pensar lógica y racionalmente le decía, "es imposible que tú y Sara tengan un hijo". Si Abraham hubiera preguntado a algún médico, científico, filósofo, letrado de cualquier índole y versado en el máximo posible nivel de conocimiento humano, lo más probable es que le hubieran contestado, "es imposible que tú y Sara tengan un hijo". Pero el padre de la fe no confió en sus sentidos, en su propia lógica y raciocinio ni en los demás, por muy expertos o sabios que fueran. Él confió en Dios, aunque su fe fue vista como algo ridículo por su misma esposa y hubiera sido inconcebible para cualquiera que lo hubiera oído. 

¿Quiere usted esta clase de fe que está por encima de todo, a la cual Dios "cuenta por justicia"? Observe la segunda clave del capítulo: 

2) Nuestra FE en que Cristo vive nos será contada por justicia. 

¡Aleluya!

Cristo vino a justificar a los pecadores. Lea de nuevo el último verso de Ro 4:

"... [Jesús, Señor nuestro] el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación"

Romanos 4:25

Cristo Jesús murió por nuestros pecados, fue entregado por nuestras transgresiones, fue el Cordero de Dios inmolado para nuestra redención. Cuando se acepta la muerte expiatoria de Cristo, usted deja de ser un "pecador" ante Dios - aún cuando todavía esté en su pecado. Dios le declara santo siendo aún un pecador, sólo si es un pecador que acepta a Cristo como su Señor y Salvador. 

Y también Cristo Jesús resucitó de entre los muertos para nuestra justificación. Cuando usted cree que Cristo vive, este Cristo vivo es su justicia, la FE en Él le es contada por justicia del mismo modo en que le fue contada su FE por justicia a Abraham. 

Si aún no ha recibido a Cristo y está siendo acosado por sus "leones" personales, sepa que el mismo que salvó a Daniel y a sus amigos ha salvado y perdonado millones desde la aparición de la humanidad sobre esta tierra. Él quiere perdonarlo, salvarlo, librarlo de sus pecados y ser su Señor y Salvador. Sólo tiene que orarle, confesarle sus pecados y pedirle que le salve y sea su Dios. 

¡No espere más! ¡Reciba a Cristo, que le librará de cualquier "foso de los leones" en el cual se encuentre!

En el amor de Cristo, su hermano

Israel Leonard

PS. ¡Cristo viene pronto!


NOTAS:

Ángel de Jehová: 

1) Recibe adoración: Jue 13:20
2) El nombre de Dios está en él: Éxodo 23:21; Jueces 13:18 cf. Isaías 9:6 
3) Es identificado con Dios mismo (ángel = Jehová): Génesis 32:24-30; Éxodo 3:2-6; Jueces 6:22,23; Jueces 13:22; Eclesiastés 5:6; Daniel 3:28, 6:22; Zacarías 3; Malaquías 3:1
4) Tiene cualidades divinas: Omnipresencia (Salmos 34:7) poder de perdonar los pecados (Éxodo 23:21) y poder para justificar (Zac 3:4) 

Jesucristo:

1) Recibe adoración: Juan 20:28
2) El nombre de Dios está en Él: Emanuel (Isaías 7:14; Mateo 1:23.25) Jesús ("Jehová es salvación", Mateo 1:21) El Señor (Apocalipsis 22:21) 
3) Es identificado con Dios (Cristo = Jehová): Juan 1:1-3, 14,18; 2 Corintios 4:6; Tito 2:13; 1 Juan 5:20
4) Tiene cualidades divinas: Deidad (Mateo 26:63-64 cf. Isaías 9:6) poder de perdonar los pecados (Marcos 2:5-10) poder para resucitar (Juan 6:39-40; 11:25) bautiza con el Espíritu Santo (Marcos 1:8; Hechos 2:33) Creador del Universo (el "Lógos" de Juan 1:1-3)  

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